Bangkok y el descubrimiento de Asia

El viaje ha empezado! Nos vamos al sudeste asiático, a vivir cosas nuevas y si hay suerte recorrer la zona sobre dos ruedas.
Tenemos billete de ida, pero no sabemos aun la fecha de vuelta.


Nos ha costado sudor y casi lágrimas, pero finalmente hemos conseguido que nos dejen subir al avión.
Según dos empleadas de LTU (Air Berlin) no nos podían dejar subir al avión porque no teníamos billete de vuelta de Tailandia y por consiguiente, en el aeropuerto de Bangkok no nos dejarían entrar y nos enviarían de vuelta.
Nos pareció muy extraño pues habíamos intentado gestionar el visado tailandes por aadelantado en el consulado de Barcelona y no nos dijeron nada, pero los de LTU seguían en sus trece. En el consulado no solo ni nos quisieron hacer el visado porque nos decían que era un trámite fácil y rápido en el mismo aeropuerto.

Solo nos quedó la opción de comprar un billete de vuelta con una fecha barata y que después con calma y cuando tuviesemos las cosas claras cambiaríamos por la fecha que mejor nos viniera.


El viaje se ha hecho algo largo.
Un par de días antes de salir me dí un golpe en el tobillo y se me infló. Con las 2:30h de avión hasta Berlin y las 9h posteriores a Bangkok se ha inflado aun más, está caliente como un volcán y me duele cada vez más.

Nada más aterrizar pasamos el fácil y rápido trámite del visado (LTU no tenía razón) y nos vamos de cabeza a la clínica del aeropuerto.
El médico de guardia me hace varias preguntas y me dice que tengo que irme ya mismo a un hospital. Tengo todos los números para sufrir un trombo y al parecer eso es potencialmente muy, muy malo...

Ingreso en en Samitivej Srinakarin Hospital y me confirman lo potencialmente grave del asunto. Ingresado 48h en observaciones.
Hablo varias veces con el RACC y me solucionan el problema de manera satisfactoria.
Seguro de viaje RACC: 150€. Factura del hospital: 850€.
No se puede salir de casa sin un buen seguro.



Tras dos días tratados como auténticos jeques, viendo Bangkok desde las alturas de una habitación de hospital privado, al fin podemos bajar a tierra firme; aterrizar de una vez por todas en Asia, Tailandia y Bangkok.
Tenemos una semana para dar vueltas por aquí pues por prescripción médica no debo subir a un avión en varios días.

La primera impresión de Bangkok es que es ENORME. Bueno, la primera y todas. Es realmente una ciudad gigantesca, con más de 7 millones de habitantes y una extensión urbana realmente brutal. Por eso mismo, las caras de BKK son muchas.

Pasamos varios días dando vueltas por la ciudad, subidos en todo tipo de maquinas. Lo más llamativo son los tuktuk, con un sonido realmente curioso, de carreras. Al subir a un tuktuk lo primero es negociar el precio. Hay que regatear siempre. Si el precio es muy bajo (40BHT) no habrá forma de ahorrarse una o más paradas por el camino, en tsastrerías o agencias de viaje. En estos sitios les dan vales de combustible a cambio de traer clientela.
Picas la primera, tal vez también la segunda vez. Después ya te pones firme y te niegas a que te den paseos indeseados.

Quedamos alucinados con el tamaño de algunos centros comerciales, como el MBK. Si no lo ves, no lo crees.

Pasamos esos días en un hostal de mochileros en un callejón cercano a Khao San Road, el epicentro de los backpackers en la ciudad. Es una zona muy animada que no duerme y en la que se puede comer a cualquier hora del día o la noche. Zona casi exclusivamente para guiris.




Nos vamos a casa de Jorge, nadando en su piscina y escuchando las historias de llevar varios años viviendo en Tailandia.
Sin planearlo mucho nos cogemos un taxi y nos vamos fuera de Bangkok los tres para alquilar unas motos y estar varios días dando vueltas por la costa este del pais.

Los precios de alquiler son realemente baratos y tienene desde scooters a motos deportivas. optamos por algo racional para descubrir con calma qué ess eso de conducir por Asia (y por la izquierda, pues en este país van como los ingleses).

Acabamos en unas zonas solitarias, sin apenas turismo. En alguna zona no dejan acceder a los "farang" (lo que viene siendo "guiris").





De vuelta en Bangkok nos vamos a ver la cara B de Bangkok. En esta ciudad hay un montón de sitios a los que ir.






La casualidad quiere que nos pille en Bangkok el cumpleaños del Gran Dalai Lama de Tailandia, ya muy anciano y muy, muy querido por las gentes de este país.
La ciudad vive este día de fiesta con mucho menos tráfico y a un ritmo mucho más pausado de lo habitual.
En este día los tuktuk cobran el precio mínimo sin rechistar (30BHT), los monjes de los templos explican historias a los farangs y la ciudad se llena de imágenes del Lama.
Antes de abandonar la ciudad nos damos una vuelta por los típicos templos de What Po.









Compramos un billete con Air Asia con 24 horas de antelación y nos preparamos para viajar a Vietnam. Esto incluye pasar por el Hospital de nuevo para que me revisen lo del tobillo.

En el avión mismo conocemos a Tiff, una chica australiana que tiene un hostal en Hanoi y así conseguimos nuestro primer contacto en Vietnam.

Hanoi, vida en torno al lago Hoan Kiem

Aterrizamos en el aeropuerto de Hanoi ya de noche. Es pequeño y no vemos apenas gente por allí.
Hemos tenido suerte de coincidir con Tiff. Nos metemos en un taxi con una pareja de americanos y vamos todos al hostal de Tiff: The Drift Backpackers Hostel Hanoi.

La primera impresión de Vietnam y Hanoi no puede ser más tétrica y descorazonadora. Una carretera sucia, mal iluminada con animales cruzando constantemente. No podemos dejar de preguntarnos donde nos hemos metido...
Al entrar en Hanoi prácticamente nos hacemos caquita. El tráfico es una auténtica locura. Habíamos leído y oído como es la circulación por aquí, pero lo que vemos sobrepasa todo lo imaginable. Más tarde nos enteraríamos que lo de esta noche era algo totalmente excepcional pues era la fiesta de la luna llena.



Con la luz del día nuestra impresión cambia 180º.
Realmente nos gusta esta ciudad y pasamos los días caminando de un lado para otro, soportando el fuerte calor y la pesadísima humedad.
Conocemos Thomas y Vanessa, una pareja de franceses muy simpáticos con la que coincidiremos más adelante y también más gente en el hostel. Es un buen sitio para estas cosas, rodeado de gente que viaja de manera parecida y con inquietudes más o menos similares.






El Lago Hoan Kiem es el centro del Hanoi romántico. Su nombre significa "lago de la espada retornada".

Según cuenta la leyenda, el cielo envió al general Lê Loy una espada mágica llamada "Voluntad del Cielo" con la que lucho y expulsó a los invasores chinos de la dinastía Ming. Tras la guerra, una tortuga dorada cogió la espada y la llevó consigo a las profundidades del lago, de vuelta con los dioses.

En el centro del lago está el Thap Rùa, la torre de la tortuga. Un pequeño templo que se ha convertido en uno de los iconos de Hanoi.
En el lago siempre han habitado grandes tortugas, pero desde hace algunos años no se han vuelto a divisar, así que tristemente parece que esta especie se ha extinguido.

Hay más templos en el lago, como el Templo de la Literaura y el Puente del Sol Naciente.


















No cabe duda que pasear a cualquier hora del día por la orilla del lago proporciona un buen entretenimiento. Siempre hay algo que ver o mirar. Por las mañanas practicantes de tai chi y al atardecer parejas de enamorados.
















Qué es una Minsk?

Hemos venido a Vietnam con la intención de recorrerlo en moto.
La elegida es la MINSK.

Estas motos son auténticas cafeteras originarias de Ukrania. Cuenta la leyenda que se los conoce también como Kalashnikov o AK47 porque son baratas, sencillas de reparar y se las encuentra en todo tipo de paises, especialmente si tuvieron algúna relación con la unión soviética.
No frenan, no corren, las suspensiones son de goma, son puñeteras, etc pero aun y con todo son realmente sexys, con su gran faro (que no ilumina nada) y su aspecto de tener miles de historias y anécdotas gravadas a fuego en su chasis.


En Hanoi hay varios lugares donde conseguir una Minsk. El más conocido es Cuong's. Es el más caro, pero también el lugar donde conseguir motos en mejor estado y con recambios suficientes.
Nosotros conseguimos nuestras dos queridas Minsk en un taller muy cercano a Cuong's, en el nº4 de Luong Ngoc Quyen.
Dos motos, con recambios varios y dos pares de maletas a estrenar por 750 USD (algo así como 12.500.000 VND).

Estas motos están permanentemente circulando por medio país. Son motos muy utilizadas en zonas rurales (son el tractor de Vietnam). En el norte hay muchas y en el sur pocas, con lo que siempre se encuentra donde venderla -más barata, eso sí- en Saigón.


Es recomendable buscar una buena moto, que nos de el mínimo de problemas. hay que vigilar qué motor lleva (en el link del club Minsk hay más info) controlar el juego de los cojonetes de dirección (acostumbran a dar pena) y no preocuparse si la luz trasera no funciona (es una rareza que lo haga).
Muy importante: que el claxon funcione correctamente. Es básico en la conducción por esta región.

Son motos de 2 tiempos sin mezcla automática, arranque a patada, 125cc y unos 60-750km/h de velocidad punta. Esto es una estimación, pues no llevan cuadro y en nuestro caso calculábamos la velocidad cronometrando el tiempo que pasa entre km y km.


Loop por el interior y la costa norte.