Hanoi, vida en torno al lago Hoan Kiem

Aterrizamos en el aeropuerto de Hanoi ya de noche. Es pequeño y no vemos apenas gente por allí.
Hemos tenido suerte de coincidir con Tiff. Nos metemos en un taxi con una pareja de americanos y vamos todos al hostal de Tiff: The Drift Backpackers Hostel Hanoi.

La primera impresión de Vietnam y Hanoi no puede ser más tétrica y descorazonadora. Una carretera sucia, mal iluminada con animales cruzando constantemente. No podemos dejar de preguntarnos donde nos hemos metido...
Al entrar en Hanoi prácticamente nos hacemos caquita. El tráfico es una auténtica locura. Habíamos leído y oído como es la circulación por aquí, pero lo que vemos sobrepasa todo lo imaginable. Más tarde nos enteraríamos que lo de esta noche era algo totalmente excepcional pues era la fiesta de la luna llena.



Con la luz del día nuestra impresión cambia 180º.
Realmente nos gusta esta ciudad y pasamos los días caminando de un lado para otro, soportando el fuerte calor y la pesadísima humedad.
Conocemos Thomas y Vanessa, una pareja de franceses muy simpáticos con la que coincidiremos más adelante y también más gente en el hostel. Es un buen sitio para estas cosas, rodeado de gente que viaja de manera parecida y con inquietudes más o menos similares.






El Lago Hoan Kiem es el centro del Hanoi romántico. Su nombre significa "lago de la espada retornada".

Según cuenta la leyenda, el cielo envió al general Lê Loy una espada mágica llamada "Voluntad del Cielo" con la que lucho y expulsó a los invasores chinos de la dinastía Ming. Tras la guerra, una tortuga dorada cogió la espada y la llevó consigo a las profundidades del lago, de vuelta con los dioses.

En el centro del lago está el Thap Rùa, la torre de la tortuga. Un pequeño templo que se ha convertido en uno de los iconos de Hanoi.
En el lago siempre han habitado grandes tortugas, pero desde hace algunos años no se han vuelto a divisar, así que tristemente parece que esta especie se ha extinguido.

Hay más templos en el lago, como el Templo de la Literaura y el Puente del Sol Naciente.


















No cabe duda que pasear a cualquier hora del día por la orilla del lago proporciona un buen entretenimiento. Siempre hay algo que ver o mirar. Por las mañanas practicantes de tai chi y al atardecer parejas de enamorados.
















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